viernes, 6 de mayo de 2016

Voten sin complejos, coño

Cada día tengo más claro que, si en España no utilizas un lenguaje tajante, que roce lo banal e incluso llegue a sonar vulgar, la gente ni se inmuta. Aunque les robes en la cara como hacen nuestros políticos. Eso sí, llámalos gilipollas por votar lo mismo de siempre sin tener en consideración ningún otro parecer, y ojo, que el enfado será mayúsculo.

Así que, por ello mismo, les insto de esta manera a que voten sin complejos. Que se dejen de encuestas y habladurías de cuatro opinólogos profesionales, que probablemente lo único que quieren es sacar tajada del asunto. Rompan el escepticismo creado por el famoso voto útil, aquel que debe acabar en partidos mayoritarios para no perderse. No se dejen llevar por lo primero que oigan, vean o lean, ni crean las promesas de los que ya nos han tomado el pelo. Infórmense sobre lo que realmente proponen los partidos y voten en consecuencia, sin miedo alguno.

Y es que, con estas nuevas elecciones que se avecinan, no hay excusa. Ya hemos visto el espectáculo dantesco que han creado nuestros políticos en los pasados cuatros meses, sin llegar a ningún punto en común, ni consenso. Así que, al menos, si les han engañado una primera vez, no se dejen en la segunda que, si ya votar a formaciones corruptas, imputadas -realmente sólo hay un partido en España con esta condición, por ahora- o cínicas en el 20D es de incompetentes, zoquetes e imbéciles, ya me dirán ustedes si repiten el mismo voto para el 26J.

Lo peor, es que nos la volverán a meter doblada. Y más que nada porque nosotros lo permitimos. Una España como la actual: ciega, sorda, muda y desocupada es capaz de todo, incluso de mantener en lo más alto a los dos partidos políticos que más nos han robado, y ya sería por segunda vez en apenas medio año.

Si el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, no quiero saber sobre el hombre español y las veces que es capaz de caer en el craso error. No obstante queda el consuelo de que, como buenos españoles, a pesar de las mil y una caídas, siempre volvemos a levantarnos, y ahora, ésta es la oportunidad única de cambiar las cosas de una vez por todas.

Solo pido una cosa. Voten sin complejos, coño.