domingo, 23 de octubre de 2016

Españoles, el socialismo ha muerto

La crónica de una muerte anunciada toca techo. No bastó con apartar de la escena política a Pedro Sánchez. El PSOE ha decidido abstenerse en segunda vuelta, y por ende, dejar que gobierne Rajoy esta legislatura. Un partido dividido, resquebrajado y que, a día de hoy, es menos socialista que nunca. Una gestora que poco o nada tiene que ver con el término socialismo, ese del que sólo unos pocos ancianos del lugar conocen, y del que muchos alardean, ha decidido rendirse y dar paso a cuatro años de Partido Popular.

Unos políticos que tildan a Sánchez de podemizar el partido socialista por querer que la militancia participe. Yo tengo entendido que a eso lo llamamos democracia. Estos barones demuestran ser de todo, menos socialistas, ya que han preferido vender la democratización del partido a cambio de mantener un búnker bipartidista, y como en el caso de la reforma de la ley electoral, se pongan de acuerdo para sus intereses. Por algo la nueva política quiere prohibir por ley las puertas giratorias: para que no se den lugar este tipo de embrollos, y finalmente, como suele suceder en suelo español, pague el pueblo, o en este caso, los afiliados socialistas.

Este Comité Federal no ha sido más que una farsa convertida en una imposición a las bases, y para nada un sano debate interno. Para España, un PSOE como el actual: sordo, mudo y desocupado, puede ser nefasto. Esperemos que, pronto, como apuntaban diversidad de miembros socialistas vía Twitter, se dé voz y voto a la militancia.

Y mientras la ruptura del partido socialista acapara portadas de periódicos, la trama Gürtel que está siendo actualmente juzgada, pasa a un segundo plano... 

Ver para creer.

jueves, 20 de octubre de 2016

Cuando el cinismo es el pan de cada día

Me van a perdonar el artículo de hoy. Más que nada, porque a más de uno se le ve venir, y para nada le gustará leer lo que paso a detallar. No es más que la cruda realidad, pero cuando el cinismo es el pan de cada día, y más aún en un periódico que cada vez camina más cerca de la irrisoriedad, es lógico ver este tipo de titulares en sus páginas. Vayamos al grano.

Un evento juvenil celebrado en el Auditorio Julio Iglesias, cuánto menos ha sido damnificado por cierto sector demagógico, que no quiere aceptar la realidad de este triste siglo veintiuno. Lo digo, porque en dicha fiesta de la pintura, presuntamente acabaría con comas etilíticos por parte de menores, botellazos, peleas e incluso robos. Qué manera tan sencilla de desacreditar. No me vayan a malinterpretar, pero aparte de que el edil de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, diera las explicaciones pertinentes al asunto, creo que al menos por lo que a mi me respecta, debo añadir unos matices.

Gracias a mi juventud, vivo en propias carnes la noche o la fiesta, llaménlo como quieran, del actual Benidorm. Y aunque algo de singular tengan las nuestras, indudablemente es algo que tiene instalado esta sociedad actual. Las reyertas, hurtos o comas etílicos en menores, lamentablemente y pese a quien le pese, es una cruda realidad de las fiestas. Sea carencia del Estado, de las fuerzas de seguridad del mismo o simplemente, culpa de los valores que ostentamos hoy en día, es lo que hay. Sin duda, hace falta concienciar y mucho, sobre las capacidades nocivas del alcohol. O tal vez hacerlo sobre el sentido de la responsabilidad. Lo que es evidente, es que ya es hora de ponerse manos a la obra para resolver este problema.

Por cierto, peores cosas he visto en nuestras fiestas patronales. Pero claro, les festes ni tocarles....

sábado, 15 de octubre de 2016

Llegar a buen puerto

Benidorm, ese lugar tan emblemático en lo que a turismo se refiere, es sin duda uno de esos diamantes sin pulir. Más que nada, por la dejadez política que siempre o casi siempre acompañó a la ciudad. Hoy seré conciso y concreto. Lo que, hará ya dos años se vendía como la innovación turística por excelencia, hoy se ha convertido en todo un fiasco. 

Sí, hablamos de los posibles cruceros que deberían llegar a partir de este año, como se apuntaba desde el pasado equipo de gobierno entre socialistas y liberales. Hagamos un poco de memoria. Dos años atrás, sobre estas mismas fechas, llegaba el primer crucero a puerto benidormense. Como aseguraba el ex-alcalde Agustín Navarro, el primero de muchos y lo que suponía a la par, un hito histórico en la ciudad. Una afirmación que compartía su socia de gobierno, Gema Amor, y que además, añadía que pocos días después de la llegada del mencionado crucero, ya eran muchas las empresas que hacían cola para incluir a Benidorm en sus folletos. 

De aquella parafernalia, poco o nada queda. Más que especulaciones o simples rumores. Pero es que en esta ciudad volvemos a morir en el mismo punto. En el de la incongruencia, falta de altura de miras y conformidad. Ahora, el gobierno popular de Antonio Pérez tira la toalla. Y me resulta decepcionante que una ciudad como Benidorm, deba luchar por las miajas y no por el oro. De atraer cruceros a nuestro propio puerto, a programar excursiones con los cruceristas que lleguen a Alicante. Nula ambición.

Cierto es, que nuestro puerto no es lo suficientemente trascendente como para albergar los quince cruceros anuales como pretendía Gema Amor. Pero siempre, y vuelvo a reiterarme, hay que mirar más allá de nuestro propio ombligo. Benidorm es la capital de una gran comarca con grandes posibilidades. La comarcalización, encontrar consenso entre los gobiernos locales de la Marina Baixa y Alta, sería clave para desbloquear este proceso. Altea, Calpe o la propia Villajoyosa ostentan también puertos para desempeñar el papel necesario para este asunto.

Pero como muchos de los proyectos que comenzaron en esta ciudad, acaban siendo papel mojado, ya que éstos no eran más que la propaganda idónea de cara a unas próximas elecciones. Ya saben, los intereses partidistas antes que los de Benidorm. 

Lo único que queda claro, es que no queda rastro alguno de aquellos mil pasajeros, y los siete y medio millones de euros que se esperaban a través del turismo de cruceros.

Parece ser, que una vez más, Benidorm no llegó a buen puerto...

lunes, 10 de octubre de 2016

Altura de miras

El problema -o uno de tantos- de este pueblo camuflado entre rascacielos, es sin duda, el poco valor que a veces damos a Benidorm. Es decir, en estos lares, hay de todo y para todos, pero muchos son los que se empeñan en tirar por el suelo las virtudes que ostentamos. Tal vez, por ello sigamos anclados en una involución como ciudad turística, y prefiramos quedarnos con lo malo conocido que bueno por conocer, ahí tienen el ejemplo en el ya famoso "todo incluido".
 
Pero hoy no vengo a hablarles sobre ello, aunque algo de relación tenga que ver con lo que paso a detallar. La falta de ambición para el pueblo desde el sector político, es más que evidente. Pero si a éste se le comienza a sumar la apatía y desinterés desde la bancada del asociacionismo, apaga y vámonos. El caso que se nos presenta, es una de las mayores corroboraciones que demuestran la falta de competitividad de algunos.
 
Es conocido por todos la ausencia de un centro comercial en Benidorm -el CC de La Marina pertenece a Finestrat, por si quedase algún despistado- y ahora se presenta más cerca que nunca, la posibilidad de que las grandes superficies aterrizen en suelo benidormense. Pero como todo acto en esta vida, tiene sus consecuencias, oposiciones e inconvenientes. Vayamos punto por punto.
 
En primera instancia, hablamos de que, la ciudad deberá desembolsar nueve millones de euros para posibilitar la llegada del centro comercial, mediante la creación de los accesos. Únicamente, la mercantil abonará tres millones de euros para concebir una rotonda que permita el acceso a este tipo de instalaciones comerciales, como así lo exige el Ministerio de Fomento. Unos, casi doce millones de euros en total, dos más de lo que se aprobase en el salón de plenos del ayuntamiento de Benidorm allá por el 2014.
 
Y qué quieren que les diga. Me parece una de las mejoras inversiones que podría hacer la ciudad en estos momentos. Nos hace falta evolucionar como tal. Pero como decía con anterioridad, toda postura tiene su lado opositorio. Esta vez, AICO, el CC de la Marina y el hipermercado Carrefour colindante a éste, han presentado múltiples y similares alegaciones al proyecto, aunque no de forma conjunta. Es totalmente lícito que se reclamen estudios sobre la sostenibilidad económica, evaluación ambiental y territorial de lo que podría ser el nuevo centro comercial. Aunque los motivos reales de que se presenten dichas alegaciones, poco o nada tengan que ver con estudios, efectividad o repercusiones económicas en Benidorm. Les explico.
 
Dejando de lado a la asociación independiente de comerciantes, es totalmente lógico que el Centro Comercial de La Marina y su colindante Carrefour, hagan de la zona un fortín y peleen hasta el final para que no llegue una gran superficie comercial a Benidorm. He defendido día sí y día también la comarcalización, pero la capital de la Marina Baixa, no puede dejar amedrentarse por quienes, a la vez que se benefician de su imagen y publicidad -múltiples son los titulares con la palabra Benidorm, los que han ocupado noticias, cuando el término municipal al que pertenecen las instalaciones comerciales es Finestrat- intentan ahora menospreciar la ciudad.
Simplemente, para terminar estas líneas, haré un poco de memoria. Recuerdo una entrevista con Agustín Almodóbar, el más que conocido Senador de Benidorm, donde le preguntaba porque Benidorm no ha sido gobernada como una de las mejores ciudades del mundo, cuando sin duda alguna, lo somos. Él, muy acertadamente, me apuntó que nos falta creérnoslo. Y discreparé en varias ocasiones con el Senador del Partido Popular, pero oigan, esta vez dio en el clavo.

A esta ciudad, o a muchas de sus gentes, les hace falta sendas dosis de altura de miras.

jueves, 6 de octubre de 2016

El deber de un alcalde

La alcaldía, ese puesto tan ansiado por muchos y alcanzado por unos pocos, es un lugar en la historia de tu ciudad. Desde que España se considera democrática, siete han sido los alcades que han pasado por el consistorio benidormense, contando al actual, Antonio Pérez. Pero para que éstos sean recordados en el tiempo, sus actos y decisiones han debido de ser las adecuadas para el interés de Benidorm. Un claro ejemplo fue el gran Pedro Zaragoza y su famoso trayecto en vespa hacia Madrid, en busca de un encuentro con el mismo Francisco Franco, para permitir el uso del bikini en Benidorm, lo que supuso un boom turístico, junto al proyecto de urbanización del 51.

Aunque, acciones aún de tal trascendencia no se han llegado a producir en los últimos gobernantes, hay que recalcar que el popular Toni Pérez ha demostrado que es de defender a Benidorm a capa y espada. La última corroboración, es algo que a muchos va a levantar de sus asientos. La Generalitat Valenciana quiere sacar a licitación la redacción del proyecto del derribo del edificio Gemelos 28. Un derribo que costará a los valencianos 84.000€, debido a la famosa ley de costas, que produjo la anulación del Supremo por contravenir la ley en 2012. Y claro, ante la evidencia de que asuntos más prioritarios se encuentran a la deriva, como es el caso del Centro Cultural o terminar el instituto Pere Maria Orts, como apuntaba Pérez en rueda de prensa, hay que preguntarse qué tienen en contra de Benidorm desde las instituciones que no son de ámbito municipal.

Es que, no solo proyectos que dependen de la Generalitat están paralizados, sino que también, palabras del propio alcalde, desde Valencia nos están recortados derechos fundamentales en Educación, afectando principalmente a la educación infantil y el transporte, que el pasado curso fue subvencionado desde el ayuntamiento benidormense, y no desde Consellería.

Un acoso y derribo al que, Benidorm está acostumbrado. Ya lo ven también en el asunto de la denominación de municpio turístico. Que nos van a contar a nosotros del tema, cuando ostentamos la cifra de más de once millones de pernoctaciones anuales. Pero en dicha subvención, no vemos ni un euro. Hecha la ley, hecha la trampa.

Pero al caso, cuando se desprestigia y menosprecia a la ciudad, es deber de un alcalde dar la cara y reclamar lo que a uno le pertenece. Al César lo que es del César, y a Benidorm, lo que es de Benidorm. No se puede tolerar una financiación tan injusta con la ciudad, cuando ésta representa casí el 0,01% del PIB español. Y hoy nuestro alcalde se ha hecho de valer, tanto a él, como a la ciudad.

Sin duda alguna, Benidorm necesita más políticos como Antonio Pérez.

lunes, 3 de octubre de 2016

El prestigio de la Marina Baixa

Ya saben de antemano que el que les escribe, es una enamorado de su tierra. Tanto de Benidorm, -aunque a este con un cariño aún más especial- como al resto de la Marina Baixa. Así que tal vez lo que lean en esta ocasión, solo sean pretextos a favor de la comarcalización, sin tener en cuenta los defectos de nuestra singular "terreta", al igual que haría aquel que se queda prendado de su primer amor. El unir lazos y trazar hojas de ruta conjuntas en la comarca, es algo que muchos, ya sea desde el espacio político o desde fuera de éste, han puesto encima de la mesa. Pero ya saben como es el hombre, siempre tropieza con la misma piedra.

No digo que sea un error, pero sí un paso hacia atrás. Esto que explico con anterioridad, tiene su correlación con que este pasado fin de semana, coincidieron dos eventos de empaque en nuestra comarca. Y del mismo ámbito y con el mismo fin: potenciar el comercio de su respectivo municipio. Por un lado la Expo Nucía, y por otro, la Feria Outlet de Benidorm se celebraron en las mismas fechas. Visto los escasos kilómetros que nos separan, es surrealista que nadie haya pensando en organizar un evento multitudinario y ambicioso que sea capaz de seducir a cientos de empresas de toda la provincia, y a la par, salgan beneficiados aquellas ciudades de la Marina Baixa que participen. Pero parece que en eso del consenso, nunca nos ponemos de acuerdo.

Aunque, en esta ocasión miento, ya que por ejemplo, el equipo de gobierno de Antonio Pérez, ha sabido dialogar y coordinar con los socialistas de Vicente Arques en l´Alfàs, para conectar ambas localidades a través de un ciclo sendero que discurrirá por las faldas de la Serra Gelada.

Parece lógico que los políticos siempre barran para casa, pero a veces, hace falta una altura de miras mayor, aparcar egos personales a un lado y comenzar a trabajar en clave comarcal, potenciando y explotando las virtudes de cada localidad. Es evidente que cada municipio tiene sus puntos fuertes, como en Benidorm el turismo, en La Nucía el deporte o en l´Alfàs, o la Villajoyosa la cultura. 

Es simple voluntad política. El inconveniente, es que siempre ésta ha estado ausente. Al menos, nos queda el consuelo de saber que el prestigio de la comarca, seguirá en lo alto gracias a nuestros parajes, donde poco o nada tienen que ver nuestros políticos. Será casualidad...